6 de noviembre de 2011

Humberto.

Yo te amo. Muchísimo. Es un amor bien natural, bonito, sencillo, adquirido y edificado en el paso a paso, de esos de los que uno ni se da cuenta cuándo pasó y volteas a mirar hacia atrás y ¡téngale! ya tienes un cúmulo de cosas cargándolo.
Yo te quiero mucho, la verdad no puedo cuantificar qué tanto, ni siquiera queriéndo ser romántica y esas cosas que se me dan mucho y en muchas cosas. Creo que mi amor por ti es bien 'light' con eso de que no me es necesario verte, oir tu voz, tocarte, olerte y sentirte a diario; es un amorsito despreocupado, quietesito, paciente y tranquilito pero valiente, leal y listo para lo que se necesite hacer por ti. Es por eso que no puedo decir cuánto es que te quiero, aunque se qué es mucho, porque creo que no he tenido la necesidad, ni tu, de demostrarte a tal grado en el que encuentre un límite. Tu allá y yo por acá.
Te amo, de eso si no hay duda. 'Achis', pero ¿porqué me quieres tanto? dirás. Es bien fácil: te quiero no por los 14 años que llevamos juntos, no por la paciencia que me tienes (que es muchísima), ni por las afinidades que tenemos, nisiquiera por las diferencias; tampoco por las experiencias inolvidables y únicas que hemos tenido juntos, por tus enseñanzas, por tus buenas palabras, por tu apoyo, por el crecimiento que a lo largo de los años me has permitido alcanzar, por las tardes escolares, por las noches de borrachera, es más ni siquiera por tu comida y las hartadas que me doy, no no, nada de eso, te amo porque después de mi familia eres la persona que aún conociéndome sigue ahí, quien después de saber quién soy y como soy persiste, quien saca partido de mis virtudes y respeta mis defectos, quien me quiere y me deja ser así justamente como soy. Te quiero porque contigo puedo y debo ser yo completita. Eres esa persona que decidió por sí sola querer estar a mi lado y después de conocerme quedarse.
¡Gracias! Eres de eso que tengo que a través del tiempo sigue valiendo la pena. Por siempre, mi mejor amigo.

No hay comentarios.: