Yo no tengo unas chichotas, ni unas nalgotas, unas piernas largas y torneadas, unos labios carnosos, un cabello largo largo y sedoso, una cinturita de avispa, un porte de modelo, un abdomen plano, una piel de porcelana o una cara de princesa...ni mucho menos el dinero para cambiarmelos. No.
¡Pero a qué pinche y maravillosamente bella soy por todos lados!
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