1 de febrero de 2010

El sábado me dijeron algo que si hubiese sido hace unos años andaría como gallina culeca, toda créida e ilusionada, me dijeron algo que se que es verdad, pero qué bonito es escucharlo.

Yo no entiendo mucho a la gente, a las circunstancias o a como a veces si y a veces no. Lo que si entiendo es que uno no es el mismo, que sólo basta con cómo te mires cada mañana, de cómo sonrías para ti mismo y de cuánto te quieras para cambiarlo todo. Basta con que te gires, con que te des cuenta que no necesitas algo únicamente para ser feliz, para que de pronto lo tengas. Las cosas siempre cambian y para mi seguirá siendo de esa manera. Lo que antes creía me hacía falta, ahora quizás ya ni me interese o tenga el mismo efecto.

Pero tuvieron toda la boca llena de razón: soy una mujer digna para enamorarse.

No hay comentarios.: