Porqué ya no es lo mismo?

Tratabamos de decidir a dónde ir. Era algo fácil, pues el plan ya estaba casi al 100% hecho, solo el lugar era el que se sometía a decisión. Alejandra no quería ir a un antro, que porque uno se topa ya a puro mocoso, -pero si ni estamos viejas- atendió Anita. De cualquier modo fuimos al antro de moda y sensación, en donde más del 80% de las mesas estaban reservadas y encontramos una disponible hasta el tercer piso, allá donde jondean a la perrada que no llama por telefono para resguardar su mesita. La noche pasó sin más ni más, bailamos por inercia y compromiso que por mero gusto, nada interesante, todo igual. Nomás me gustó el popurrí de Michael Jackson que hizo la banda seudo popera-rockera que toca ahí- ah y los tacos de tripitas bajo la lluvia que comimos saliendo de ahi-.

Ya no es lo mismo, eso sí, que cuando ibamos de antro hace 3 años...cuando teniamos 20, por lo regular van a esos lugares los chavos universitarios y pues nosotras ya no lo somos, también es cierto, que ya no hay mucha cosa buena que ver. Desde hace algunos años, no sé que pasó, que en mi ciudadsita hermosa antes atestada de hombres guapos, galanes codiciados y chavos buena onda, ahora solo nos concede ver a un que otro de esos ejemplares en contadas y dispersas ocasiones... ¿Será acaso que ya no somos para andar en los antros? ¿Que el género masculino se ha degradado tanto a chavos que aún con la camisa/playera del pegue no nos inspiran a pegarnosles nadita? ¿Que nos hemos vuelto más exigentes y que no nos llama la atención el ligar bajo la influencia del alcohol a un chavito que bailó con nosotras? Sabrá, pero ya no es ni será como antes. Si de por si los antros no me gustan mucho, ahora menos que las expectativas en ellos decaen más allá de los tobillos.

Los chavos de aquí, cada vez se vuelven más pinches feos, me cae.