7 de agosto de 2009

Del sábado, antro gay, lluvia y motel....

Si quieres darte un buen taco de ojo, hay que ir a un antro gay, definitivamente. El 80% de los hombres ahi, son guapisimos. Dejando de lado el sublime detalle de que podrias verlos intercambiando fluidos y manoseadas entre ellos, pero de que lo son, lo son. Ahi es cuando yo digo: -Maldita sea! qué jodido desperdicio, y jodida una que le tocan los gordos, feos, panzones, casados, mensos y patanes que están saliendo por esa puerta-

El sábado pasado fuí a un antro gay, a pesar de que estuve al rededor de hora y media, fue suficiente. Ibamos 8, de los cuales 5 somos 'bugas', a qué, pues nomas a darle gusto a la hormiguita atómica de Ale, que me imagino nomás fué a ver a quién se topaba, porque ni pisteó ni bailó ni nada...ni la mojada de patillas que nos metimos al cruzar la calle para llegar al lugar. Lo muy bueno, lo rescatable, es el DJ, buena música, buena mezcla, le llega a la raza justo con la canción indicada...pocos como él. Resultó ser Carlitos Frías, amiguin mio, ha prosperado el chamacón.

Harto calor, arrinconados y teniendo a los hombres incomodos, decidimos irnos.

Lluvia...y un cuarto de hotel atestado de whiskey, tekila y purasdesas. Jocosidad andando...definitivamente logré sacar el estrés de esa semana en el trabajo. Vaginas negras, moradas, patas de camello, semejantes burrones, penes pequeños, montados, metal y cumbias acompañaron las pláticas.

Valía la pena el desvelo, Rubén y sus amigos estaban por primera vez en esta ciudad, debíamos atenderlos como se debe. Lo logramos.

¡Regresen de nuevo!

Nota mental: ¡Ohhhhh my, porqué maldita sea, tiene que ser puto...!

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