Me dijiste que confiabas en mi. Tus palabras se clavaron en mi mente y zigzageaban entre mis pensamientos haciendome sentir especial, extraordinaria, fuerte y a la vez comprometida, contigo, conmigo, con todos.
Tus palabras fueron mucho y pude darme cuenta que hay quien se da cuenta, quien no necesita de mucho para saberlo, para saber que hago lo que puedo y que lo hago bien. A veces alardeo y me creo esa idea de que soy fregona, de que hago cosas chidas porque puedo y porque sé, pero entonces soy yo misma quien me derroto, me limito y me invento miedos, porque llegando el momento de encarar situaciones comienzo a dudar o me detengo y necesito que me digas cómo la ves.
Dijiste que no habia otra persona como yo, que estabas seguro que estoy destinada a trascender, a llegar bien lejos y temo defraudarte.
Me llegaron hasta el punto de saberme bien amada, conocida y apoyada. 'Tu puedes...' Fué lo único que necesité para levantar la cara y seguir apoyandome en ti.
No concibo mis dias, mis años, mi vida sin ti.
Gracias José Angel.
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