22 de diciembre de 2008

Sin ton, son ni nombre 13

Quisiste mentarle la madre. De hecho lo hiciste. ¿Qué derecho tenía esa tipa de hacerte eso? ¿Qué tan infeliz y cruel era?

Las mujeres son extrañas. Bien sabido es lo que dicen por ahi: 'Tratalas mal y las tendrás' o al menos algo asi era, no entendías porqué demonios habría que tratarlas de la patada para que se ingrieran, ¿que no se suponía que a ellas les gustaba lo bonito, lo cursi, lo romántico y toda esa faramalla?

Pues Adrianita, te había salido mas cabrona que bonita. Aún así, intentabas justificarla, echandote la culpa al decir que si habias sido muy rápido, que no supiste cómo llegarle, que no le diste tiempo...y un resto de mensadas más, pero venga...tambien tienes suficientes agallas para haberlo dejado por la paz después de eso.

El cerritos te dijo que habló con ella y la muy muy le contestó que si eras guapo y que le caias bien pero que la hostigabas demasiado. El halago que salió del 'guapo' se fué a la basura con lo último. Con eso, te dió un tiro en la cabeza. La habías ridiculizado ante sus amigas fresonas y pendejas al ponerle esa notita en su camioneta. ¿Pero qué insulso galán hace eso ya? Pfff viejas envidiosas, si, pues si todavia te acuerdas con malestar cuando Carolina, esa tipa ojona, flaquita y prieta a la que le habias propinado unos cuantos besotes hace tiempo en una borrachera en la cervecería, te dijo:

-'Ay que tierno...osea, ¿le vas a poner otro recadito en la camioneta?- con tonito burlón y mucho mucho más envidioso, mientras se reía en tu carota.

Después de que no contestaba tus llamadas y se hacía la que no te veía en los pasillos decidiste mandarla a volar, cortar por lo sano y dejar de hostigarla, digo, pa' que se sintiera agusto la chamaca.

Despues, de que fuera hasta tu musa para que escribieras poemas o semi poemas tontos, pasó a ser una una malagradecida y cobarde, por no haberte dicho jamás que no quería nada contigo, pero ahi seguía sonriendote, aceptando tus piropos y haciendote sudar para que después detrás de ti, dijera que la hostigabas. ¡Maldita!

Un fracaso más a la bolsa.

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