La música andina me gustaba. Desde que fuí a Zacatecas el año pasado a bailar y tuve la oportunidad de convivir con gente de Ecuador y de escuchar su música en vivo, me encanta.
Esa música te levanta el ánimo. Y la flauta de pan es la onda.
En mi viaje al viejo mundo corrí con suerte al encotrar en una de las estaciones más concurridas de la ciudad de París, Chatelet, a una banda de música andina compuesta por hombres de distintos países sudamericanos. Lo bueno fué que estuvieron antes de entrar a los andenes y podíamos quedarnos a escuchar.
Aqui esta.
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