9 de marzo de 2008

De todos no se hace uno y en uno, no estan todos.

Hace tiempo alguien me volvió a decir lo que mi madre hace tiempo: 'No tienes novio porque quieres'....-Simón, no tengo porque no quiero...ajá...sí. Eso mismo. Pero lo haces ver como si tuviera que echarme toda la culpa por ello. ¡Que gacho!- Le dije...

Nadie sabe nada. Quizás sea una época en la que nada sabe a nada. Quizás me he convertido en una amargada especialona que se pone muchos sus moños. ¡Qué se yo!

Pero esto que me encontré por ahi describe como son y/o fueron las cosas desde hace tiempo:

Pero a las pocas semanas, con la misma sonrisa de la fiesta, comenzará el turismo afectivo y volverá a descubrir que ese que tiene plata es más agrio que un limón verde, el bohemio es romántico pero no le puede pagar ni una botella de agua mineral sin gas, el semental es un león en la cama pero vago como una lechuza, el filósofo es sabio pero no baila salsa, el hippie es suave pero no se baña, y el pachanguero es divertido pero más infiel que Don Juan Tenorio. Y en alguna tarde gris de otoño, una inoportuna melancolía la sorprenderá abrazada a un almohadón, extrañando absurdamente al abandonado, porque para ella la felicidad no se vive, sólo se recuerda y mal.

En síntesis, la depresión, el duelo, no pueden disimularse con cornetas y matracas, risas estentóreas y bebidas chispeantes. Tal vez sea mejor para ella indagar qué pasó, y seguir el consejo de Moria por un rato: ¡si querés llorar, llorá!.


Asi justo, asi merito. Como que de todos no se hace uno y en uno, no estan todos.

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