Sin ton, son, ni nombre 2

Ya tenías esperando esta oportunidad bastante tiempo, por unas o por otras no habías podido ir. Se presentaba Fausto Merced, el mejor comediante, que a tu saber, no podías escuchar de mejor manera decir 'caca, pendejo, culo, chingado...' y esas palabrotas que de la boca de él.
Conseguiste quien te acompañara y esperabas bastante del mentado show.
Ya en la fila te encontraste con alguien que ni te iba ni te venía, pero tu acompañante comenzó a charlar, vaya parlanchina esa chica.
Nada relevante hasta que preguntaron por tu mejor amigo. Hacía rato que no sabías de él, se había desaparecido en el cúmulo de sus supuestas actividades que cada vez eran más distintas a las tuyas, ya no hablaban como antes, ya no salían como antes, ya casi no sabias nada. Te quedaste helado cuando escuchaste:

-'¿Y qué dice su novio?'

¡¿Qué qué?! ¿Qué putas cosas escuchabas? ¿Cuál novio, escuchaste en realidad novio?

No pasó más, pero bastó con eso. Te pusiste colorado y se te subió el calor que siempre traes, de los testículos hasta la cabeza, similar a cuando te dan una buena patada en las bolas, pero sin dolor.
La sensación era extraña, no dolía...pero...pero...

¡¿Qué demonios?!

-Estem, no sé. Hace rato que no lo veo. ¿Cuál novio? Que yo sepa no tiene [pareció inteligente la respuesta]

Remarcaste ese no tratando de asegurarte de que era así, esperando la respuesta que querías oír, que esa última letra de la palabra que no cabía en tu cabeza relacionada con él, fuera una 'A' y no una 'O', pero no fué así.

-Ah si, él tiene- dijo Clara -El 14 de febrero chatié con él y me platicó su día.

¡Putas, cómo que el 14! ahí si sentiste una incomodidad enorme.
Se te pusieron los ojos pelones y tu interlocutora notóque había metido no solo una, sino las 4. Y se cayó, por fin.

El show que tanto esperaste, dejó de tener tanta importancia. Reíste lánguidamente. No lo disfrutaste, saliste de ahí creyendo que pudo estar mejor, que no estuvieron los mejores chistes y que Fausto Merced tuvo que haber tenido hueva para tal actuación. Pero mentira, estabas bien pinche clavado en eso que la pendeja de Clarita te acababa de decir...

Increible.

De ahí nada fué igual. Tu mejor amigo, desde los 11 y con quien habías hecho tantas cosas y planeado muchas otras tantas, era gay, o al menos eso de un tal novio y la mentada lepa esa, lo decía.