21 de enero de 2008

Sin ton, son ni nombre. 1

Ya se fué el mes; y así como se va el tiempo se van muchas más cosas, con él, tras él, por él...

Reflexiones trilladas, pero que a la vez pareciera que no se toman en cuenta. ¿Cuántas veces nos han dicho que cuidemos y vivamos nuestro día a día, porque nada nada es seguro más que la muerte?
Y cuando esta llega nos asoramos tanto que se convierte en dolor, en sufrimiento, en apatía...
Cuán grande puede ser el poder de un hombre y cuán más el de varios, el de bastantes. ¡Que levanta masas, crea uniones, construye edificios, posterga periodos, alcanza inalcanzables, provee, contribuye, imagina, hace....!

Y cuán tan insignificantes nos sentimos, nos parecemos, nos involucramos...tanto que nos convencemos de lo que no es, y de lo que puede ser nos olvidamos. Cobardía a nosotros mismos, miedo al potencial...y la mediocridad asoma la cabeza, se sienta al lado y nos acompaña, al baño, a comer, a dormir, a trabajar, a estudiar...¡a hacer el amor! y nos convertimos en seres de todos y de nadie, perdidos en nada y en todo, sin nosotros y sin nadie creyendo que lo tenemos todo.

Lucha, todo es lucha. Y todo y nada es seguro, tanto como el levantarte mañana por la mañana...y hasta para eso luchas. En el día con día te le atraviezas a miles de cosas y miles más se topan con tigo...pero suelen ser insignificantes...¡vaya, hasta tu lo eres! Y pasa el tiempo, la vida, las personas, los pájaros, el agua, y todo gira...se transforma, cambia...y tu quieto. Tan quieto que esperas que el mundo conspire en pro de ti y te duele la cabeza, la espalda, el estómago....y sigues comiendo, sentado, frente al cuadro con monitos dentro y te estresas y enfermas. Pero todo pasa.
La lucha. Unos más que otros, otros tontos y otros sabios, unos menos y otros más, unos aquí y otros allá...pero luchan. Como pueden, cuando quieren, con lo que quieren y por lo que quieren. Metas, objetivos, deseos, sueños, simples caprichos. Interminables horas de trabajo, de dar, de recibir, de escoger y de decidir, desvelos, borracheras, gritos y fiestas, llanto, dolor, decepción, asombro, amargura, timidez, sabiduría, complejos, esperanzas...y todo cambia otra vez.

Y te preguntas en uno de esos días en los que te crees filosofo y tan profundo como el agujero del bolsillo por donde cayó tu única moneda, ¿qué hago aquí? pero desertas, despues de un rato de 'analizarte' y no encontrar respuesta alguna y la pereza te gana y decides mejor pensar en aquella mujer, esa que te atrae tanto, que miras sus ojos y otras tantas cosas y te pierdes en tu saliba...¡Si, mejor piensas en ella! y dejas de lado existencialismos y complejidades para cuando estes ebrio, qué mejor que acompañar el pensamiento con una cerveza.

Y sientes...y oyes, miras, hueles y saboreas. Por primera vez en no se cuánto tiempo te detienes a respirar, a sentir los latidos de tu corazón, a sentir cómo el aire entra a tus pulmones y llega hasta ese pequeño órgano arrumbado que tienes como cerebro...y te relajas, ¡sientes tan 'chidito'!. Te acomodas...tus sentidos se maximizan...y de pronto, te quedas dormido y comienzas viendo a aquella fulana dueña de tus chaquetas de los últimos 2 meses y se desvanece...colores, formas, huellas, caminos, sonidos raros...y de repente...una rata con calcetines aparece...que despues se convierte en un frensh poodle y vuela...¡Vaya que sueños!

Despiertas y te das cuenta que se ha hecho tarde...de un salto te levantas, miras el reloj y corres....¡te vas!

No hay comentarios.: