27 de diciembre de 2007

Centros de rehabilitación para el amor...

Amar no es algo que llega tan fácil o que aparezca de la noche a la mañana como consecuencia de una generación espontánea sucesiva, no. A diferencia del querer creo que no puedes decidir fría y calculadoramente cuándo comenzar a hacerlo o de igual forma cuándo terminar.
Es como si fuera hilado a circunstancias, causalidades y tiempo únicos y conjuntos para gestarse.
De repente lo sabes, eso sí, el darte cuenta llega de chispazo, sin avisar, nada de poco a poco, no dice ni un 'quítate que ahi te voy', simplemente llega valiente, fuerte y tenaz. Y punto. Después de todo ese transcurso, transición y buen tiempo llega, teniendo que haber pasado por miles de cosas. Una vez que nace, es casi imposible destruirlo, como todo buen ente y/o ende o eso, requiere de alimento y cuidados.
El amor es celoso, no se va con cualquiera. Es prudente, cauto y transparente. Al menos eso creo.

Yo sigo diciendo que el amor no llega fácil, y tampoco se va de igual forma. Pero cuando llega, lo sabes, tú lo sabes.

El cómo, cuándo y porqué no importa. Ahí está y te has dado cuenta, porque recuerdas con casi todo, te estremeces al contacto, cualquier forma de contacto, cuentas minutos, horas, días para el reencuentro, tratas de reír, hacer reír, de soñar, de vivir y vives para ello, suspiras lo que te sobra por aquel que te falta, te complementa y se vuelve todo, hueles, saboreas y tocas al 100%, pruebas sus labios y ves sus ojos y te pierdes cual si no hubiera más, te late el corazón tan fuerte, se vuelve tus días, tus buenos días al despertar y tus buenas noches al dormir, eres tu más él, son los dos, no olvidas aunque duela, te aferras, extrañas, buscas, encuentras, hablas sin hablar al mirar...
Amas y ya. Lo sabes y ya.

Yo digo que lo más dificil es entonces dejarlo. Es como un vicio tan crudo y cruel.

Ojalá existieran centros de rehabilitación, donde puedas irte a sacar el vicio de amar a alguien. Lugares donde aunque te vuelvas loco, delires y sientas dolor, te curen.
Ojalá hubiera esos lugares donde asistas a olvidar a alguien y te saquen vía intravenosa a ese que amas y te metan en su lugar el olvido y la resignación combinada con sapiencia y tranquilidad.
Ojalá existieran los centros de rehabilitación contra los que aman de más y no son correspondidos. Creo que sería un excelente negocio, me temo decir que tendrían la misma popularidad y demanda que los bares o lugares, aquellos a donde piensas que posiblemente encontrarás de forma tan suplerflúa eso que te lo quite.
Debería de haber una asociación altruista para 'Amadores (frustrados) Anónimos' o algo así. Donde nerviosamente y con miedo te pares frente a todos y digas: 'Hola, soy [inserte su nombre aqui] y soy adicto al amor.

Yo digo y seguiré diciendo que no puedes controlar el amar, es bien difícil, necesitas hartas cosas muchas para que aparezca, pero que se vaya está llenito de dificultad y de dolor punzante una vez que llega. ¡Eso si es lo cabrón!

Yo se cuando amo. Yo lo sé, porque se siente, se ve, se huele, se gusta y se toca. Yo se mejor que nadie cuando es que amo. Y hoy, yo te amo. Lo dificil no ha sido hacerlo, ni mucho menos saberlo, lo dificil es dejarlo.

¡Maldita sea! que vengas a mi, en mi expresión más pura del llanto, de dolor del alma, en desolación, incertidumbre y desconsuelo...
Porqué si debiera ser algo tan bello que no me cabría en el corazón ni en la sonrisa que de vez en cuando se asoma en mi rostro, porqué si debería disfrutarlo, ahora me causa tanto daño.
Sabrá la chingada...sabrá que fines tenga para mi el eterno, pero no los entiendo. ¡Me desespera!

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