12 de agosto de 2017

"Mejorar la raza"

"Acuérdate que hay que mejorar la raza" decía de vez en vez cómo dando una orden. De esos consejos que más que superficiales, son palabras llenas de razón disfrazadas de frivolidades. Palabras que en boca de él siempre tuvieron el toque divertido y sinvergüenza. Era tan bueno para eso que no podías evitar reír o pensar que cómo es que se le ocurrían semejantes payasadas.
La última vez que nos dedicamos unas cuantas palabras, fue el tercer domingo de junio de 2013, por teléfono, a miles de km de distancia. Él estaba en casa, con mi hermano y mi tío; yo en Buenos Aires, en el departamento de Santa Fe. Fue la última vez que le dije que lo amaba y que me escuchó; la última vez que me dijo que estaba orgulloso de mi aunque yo creyera que no era así, siempre recalcaba eso: "Aunque no lo creas flaca, yo estoy orgulloso de ti" Yo atinaba a devolverle el cumplido con muchos "cuídate", muchos para su gusto. Tanto se lo dije que cada uno de ellos duele. Duelen porque pareciera como si ninguno hubiera importado, como si él no lo hubiera hecho o como si hubiesen sido miles más o uno sólo, lo que pasó 3 semanas después, habría de ocurrir de cualquier forma.
Casualidades dramáticas o no, hablé con mi papá por última vez, un día del padre.
Y lo extraño y lo quiero aquí, entre nosotros.

No hay comentarios.: