16 de enero de 2010

No, pues no.

Nunca he sido, aunque me esfuerce o se me retuerza poquito la mente, como muchas, como montones de mujeres, que las ves y tienen tanta personalidad camuflajeada en su manera de vestir, en sus movimientos, en lo que dicen y en lo que hacen, que hasta interesantes y hermosas se ven. Nunca he sido tan diferente a primera vista, tan peculiar en mi aspecto o tan distintiva en algo, bueno si, que soy todo lo contrario a ellas. Será por como crecí, por cómo me desarrollé, porque cuando adolescente prefería salir a jugar, leer un libro o bailar que pensar en pintarme las uñas, en accesorios para el cuello, cabello y purasdesas; será porque hasta hace muy poco me creí bonita. Y me consuelo en pensar, que ellas son así, pura finta y cascarón y que lo peculiar, diferente y chidito esta dentro de mí y no fuera. Estuve y estoy convencida que más vale lo que pienses que cómo te veas, pero maldita sea, cómo ayuda verte bien.

El punto es, que por mucho que quiera ser estilera o fashion no me sale, porque yo seguiré siendo de converse, de pantalones de mezclilla y de pocos escotes, además de que sí, lo admito, estoy piratona.

Y ya se me olvidó a qué vine y qué iba a decir.

No hay comentarios.: