6 de junio de 2008

31/05/08

Hoy me levanté con tu rostro en la cara, con tus ojitos pequeños y tu sonrisa distraida.
Será porque ya viene tu cumpleaños, se cumplen 4 años desde que ya no he sido la misma y un año de ese tan buscado 'reencuentro'. No lo sé, pero ayer pensando en el camión, de esas tantas veces que se me pierde la mente en tantas cosas, coincidí en que habrá gente que jamás dejará de gustarnos, a pesar de que hagamos nuestras vidas, nos enamoremos de nuevo, amemos otra vez, seamos felices y digeramos las cosas. Siempre habrá gente que nos marcará para siempre, que recordaremos y de la cual estaremos amarrados por ese gusto que nos repega a ellos.

Tu eres de esas personas, una que nunca olvidaré. Porque no puedo y porque no quiero.

Y volver a mirarte a los ojos y sentirme bien, en paz; hablarte y escuchar tu voz me relaja, me hace ser feliz, al menos en una parte.

Hoy amanecí contigo en la mente, después de esta ardua semana llena de incertidumbre, rumores, horas que parecía siglos, trabajo a montones, nervios, nudos en la garganta, despedidas, cambios, robos, estres... ¿Me voy o no me voy del trabajo?

Hoy amanecí contigo en la cabeza y estoy de buen humor, al grado del que no pude conseguir en toda la semana.

Gracias.

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