Hoy ha sido un día en el que no estoy deacuerdo con esa frase tan famosa que dice: 'Recordar es volver a vivir' Porque simplemente recuerdo y recuerdo, intento hacerlo con más intensidad, vuelvo a hacerlo, recuerdo más y más...tanto que me pierdo en eso que solo acapara mi mente: recuerdos tan lejos y tan cerca que casi puedo sentirlos, que casi puedo volver a olerlos, casi me besan de nuevo los labios...Pero casi...Y es ese casi, tan gigantesco el que no me deja, el que no permite que vuelva a vivir de nuevo.
Me concentré. Me alejé del ruido, respiré...hasta gimnacia cerebral hice, me perdí de todos y todo y me adentré en mi cabeza en la que desde hace un año no te deja.
Respiré de nuevo. Y volví a ver lo que vi hace un año: a ti.
Cerré los ojos, los apreté con fuerza y deseè con todas mis fuerzas volver a vivir. Volver a estar ahí. Y no lo conseguí. ¡Patrañas! dije, no sirve. Algo más, se necesita algo más que pueda aumentar la intensidad del recuerdo. Y miré las fotos, esas fotografías, que mantienen tangibles esos ojos, esos cabellos, esa voz y esa luz. Y volví a perderme, y escuché la voz y miré los ojos y toqué los cabellos y me hice una con la luz. Pero el casi seguía ahí.
Quise entonces, empezar desde el principio, a traer conmigo aquello que lo hizo posible, eso que me impulsó a vivirlo...Y leí y ví y cerré los ojos otra vez... Y nada. Lo invoqué. Y nada.
Mis esfuerzos fueron vanos, tanto recordar me dejó sin fuerzas...Y había perdido todo un día, todo un año...tratando de vivir con recordar.
Hoy a un año, sigo buscando vivirlo, pero ya no me aferro a los recuerdos, que si bien son extremandamente e inegablemente bellos, no logran el efecto del 'lo vi y estuve ahí'. En días como hoy, 7 de abril, saco de mi cabeza, desdoblo y acomodo mis recuerdos...y puedo llegar al casi, pero ya no es problema.
¡Benditos sean los 7 de abril!
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